La era de la revolución de las energías renovables y el impacto medioambiental tan grave que ha provocado el cambio climático nos ha obligado a tomar medidas urgentes para mitigar esta situación. El sector del transporte de mercancías no se queda atrás y propone un método más limpio y seguro para seguir transportando mercancías mientras ayudamos al medio ambiente. Se trata del camión eléctrico. Pero para poder tomar una decisión en firme, es necesario valorar los pros y contras que nos ofrece este sistema para adaptarlo a nuestra empresa con las mejores garantías. Hemos preparado un desglose con lo más relevante a tener en cuenta para aventurarnos o no, a comprar un camión eléctrico:

Desventajas:

Los camiones eléctricos son más caros que los diésel. No se espera que exista una equivalencia de precios hasta el 2023 o 2024 como mínimo.

Mantenimiento más costo: Las reparaciones de este tipo de camiones son mucho más costosas debido a todo el aparato electrónico que utilizan, siendo una pega importante a la hora de adquirir este tipo de camiones.

La capacidad de la batería es mucho menor que la de un camión convencional. Algo a tener muy en cuenta a la hora de plantearse hacer un desembolso para un camión eléctrico. Relacionado con la carga, tampoco existen demasiadas infraestructuras de carga, algo que puede dificultar los transportes de larga distancia sin poder parar a cargar eficientemente.

 

Ventajas:

Sostenibilidad: No hay lugar a dudas de que dejar a un lado el combustible supone un soplo de aire fresco para nuestro planeta. El hecho de reinventarnos y utilizar alternativas sostenibles para el transporte de mercancías se convierte en la ventaja fundamental de tener un camión eléctrico.

Marketing: Está claro que ayudar al medio ambiente se ha convertido en una estrategia de marketing crucial para el desarrollo positivo de nuestra empresa. Es por esto que, a pesar del gran impacto económico que supone tener una flota que sea respetuosa con el medio ambiente, en muchos casos esto nos viene devuelto con la fama y prestigio que ganará nuestra empresa al ser defensores de nuestro planeta.

Circulación en centros urbanos: Los niveles de contaminación en nuestras ciudades ha llevado a los vehículos de transporte diésel a un callejón sin salida. En muchas ciudades se prohíbe la circulación por el centro urbano de la ciudad y por ello, ha sido necesaria la utilización de vehículos eléctricos para tal fin.

Son más silenciosos: Este tipo de vehículos puede moverse en horario nocturno al hacer mucho menos ruido que un camión convencional, lo que supone una descongestión del trafico muy positiva así como la eliminación de contaminación acústica durante el día.

Teniendo en cuenta los pros y contras, el problema más importante a tener en cuenta es sin duda la batería y desembolso.

Con respecto a la batería, ya se están desarrollando baterías de iones de litio mucho más potentes y más económicas, de modo que una vez las infraestructuras de carga vayan haciéndose más presentes en todo el territorio, puede que la decisión de comprar un camión eléctrico sea mucho más sencilla que actualmente. Ya existen varios proveedores de transporte planteándose invertir en su propia instalación de carga, pero habrá que esperar un poco más ya que, como habréis imaginado, no será sencillo ya que se trata de un trabajo de desarrollo titánico.

Una solución al problema del costo de este tipo de vehículos puede disiparse utilizando una flota más pequeña con camiones con más capacidad de carga, lo que resultaría en una inversión a largo plazo que generará más beneficio conforme vaya pasando el tiempo.

 

En resumen, nadie puede negar que el sector de transporte va a dar un cambio exponencial cuando se instaure definitivamente el camión eléctrico. Y tú, ¿te sumas al cambio del transporte eléctrico?