Redacción.- La Xunta de Galicia, y a través del comité de expertos, sigue negando, el acceso a la necesidad de servicios básicos como el comedor a los conductores profesionales.

El sector del transporte en general, está sufriendo algo más que la tercera ola, estamos inmersos en un total abandono, a lo que la suerte nos depare. No solo nos enfrontamos a la pandemia sanitaria, sino al confinamiento total y ahora también nos enfrentamos, a la histeria, histeria generada por la exclusión propiciada por la administración publica.

Con las restricciones al acceso a los servicios básicos, nos vemos aislados de los derechos básicos, acceso a una alimentación en condiciones, acceso a una higiene que en estos momentos es de lo mas esencial.

Nuestros profesionales de la carretera, transportistas de rutas largas, rutas cortas, repartidores, etc…, viven el desamparo de estar muchas horas al día, aislados de la sociedad, pasan largas horas en las cabinas de sus vehículos, tiempos de conducción, distanciamiento por precaución, de no convertirse en un numero mas de contagiados, y ahora la imposición, que es incluso el comer, hacer sus necesidades y la higiene básica. Esa situación genera un gran problema añadido, que es la desmoralización, depresión y ansiedad. Una enfermedad que penaliza mas nuestra profesión que la propia COVID19.

La incidencia del COVID 19 en nuestro sector es ínfima, apenas apreciable, y todo eso se debe a nuestra fuerza de confinarnos en la mas exclusiva soledad. Evitando al máximo la interacción con cualquier persona ajena a nuestra labor. Nuestro confinamiento en las cabinas, solo se soportaba con estos 45 minutos o una hora, donde desconectamos de nuestra unidad de trabajo, sentarnos en una mesa, y poder comer menú caliente, unos instantes a lo largo del día, donde podíamos desconectar de la horrible realidad a la que estamos sometidos, unos instantes que servían para recargar un poco la moralidad. Ahora se nos ha quitado ese derecho.

Lo que si, también es el agravio comparativo, es la exclusividad de apertura a la hostelería, donde imperan las concesiones administrativas, restaurantes de Facultades, Hospitales, Edificios sindicales, museos, puertos y los de la propia administración. Personal que después de sus funciones en horario laboral, retornan a sus hogares, personal con movilidad infinita, personas que desayunan en sus hogares, con su familia, personas que fuera del horario laboral, encuentran la calor de la familia y en las máximas condiciones.

Los camioneros y transportistas, muchos de ellos 22 horas diarias encerrados en sus habitáculos, lejos de sus familias, lejos de su pilar de apoyo emocional, impuestos a clausurarse de la sociedad y de la estabilidad emocional.

Nuestras reivindicaciones, son nuestros derechos a una salud laboral, mínima durante esta pandemia, no solo se trata de precaución contra la pandemia, sino también luchar contra esta lacra, que está generando incluso una psicosis, llevando a muchos de estos conductores profesionales, a abandonar la profesión, y no solo temporalmente.

«Solicitamos reiteradamente, la apertura de servicios de restauración, con acceso a un comedor, respetando las distancias y la desinfección, solicitamos el acceso a nuestras necesidades básicas de higiene, solicitamos todo eso con un mínimo de libertad y seguridad». 

Reivindicamos, que contemplen la posibilidad de apertura de restaurantes con acceso a camioneros y transportistas en los corredores del transporte de Galicia, acceso permitido como en el resto de comunidades autónomas, donde los propietarios de dichos restaurantes y apoyo de la administración autonómica de dichas comunidades, han permito, a aquellos transportistas, demostrando su vinculación con el sector, incluso con las fuerzas del Estado comprobando la precaución, fuerzas del Estado que pagamos con nuestros impuestos.

Llevamos una semana, con los servicios básicos, secuestrados. Una semana en una total y ensombrecida soledad e inquietud, esta situación se esta agravando, hasta el punto del abandono del sector, corre el riesgo de abastecimiento, corre el riesgo de descapitalización económica, son muchos riesgos. Necesitamos cuidar nuestra salud, física, laboral, social y psíquica.

Por la dignificación de una profesión vocacional y muy profesional.

D. Antonio Señaris del Rio, en calidad de Presidente de FETRAM (Federación Empresarial de Transportes de Mercancías por Carretera de Galicia).

Fuente: diariodetransporte.com