En la pasada celebración de la segunda edición del foro anual de la Fundación Corell, se han empezado a tomar medidas y a hablar sobre la sostenibilidad y seguridad jurídica en cuanto a los nuevos modelos energéticos. Maria José Rallo, secretaria general de Transporte en el Ministerio de Fomento, abrió el evento proponiendo que se regule una correcta transición del transporte para contribuir a la descarbonización.

 

Así, María José Rallo explica que nos encontramos “en un cambio de paradigma en el transporte que va a exigir un cambio de las políticas energéticas”.

El Foro tuvo dos mesas redondas en las que, en la primera de ellas, se habló de distribución y producción de energía para la movilidad y en las que participaron entre otros, Carlos Bergera (responsable de relaciones externas de Smart Mobility de Iberdrola) y Ángel Bautista (director de relaciones institucionales de Repsol).

En esta mesa redonda hubo desacuerdos en cuanto a la electrificación del transporte. Por un lado Bautista, opinaba que la electrificación no es la solución ya que la producción de baterías en china genera grandes cantidades de energía por carbón. Por otro lado, el portavoz de Iberdrola afirmó que el futuro está en la electrificación y que es un hecho que se pierde menos dinero al electrificar una flota.

 

En la segunda mesa redonda participaron Pedro González-Gaggero (socio de E&Y), Javier Cañestro (director de GantaBI) y Jaime Vázquez (director de ventas y marketing de Mercedes-Benz Trucks). En esta mesa se habló principalmente del coste de la transformación energética de la movilidad.

 

Otra de las intervenciones que se esperaba con bastante interés por la mayoría de los asistentes al foro, fue la de Emiliano Lopez Atxurra, presidente de Petronor y Tecnalia, en la que también resaltó la necesidad de realizar una transformación energética en nuestro país pero que, para ellos, es fundamental que exista cooperación público-privada. Así, Atxurra explicaba que “Las alubias se están cociendo en Europa, que es un club de destino compartido, pero no de hermanos que no se pelean”.

 

Por último, las organizaciones empresariales firmantes quieren cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Concretamente en el objetivo 3, relacionado con una transición energética favorable para el medio ambiente; el objetivo 8, encaminado a desarrollar un crecimiento económico sostenible y empleo digno para todos; y el objetivo 9, dedicado a la creación de infraestructuras que fomenten la industrialización sostenible y la innovación.