Durante las últimas semanas, los transportistas españoles que pretenden renovar su flota con la adquisición de camiones nuevos, se están enfrentando a tiempos de espera para la entrega de su vehículo de hasta un año, especialmente en el caso de las cabezas tractoras. Esta situación afecta a la práctica totalidad de los fabricantes de vehículos industriales que operan en nuestro país e, igualmente, en muchos países europeos.

Los principales factores para estos retrasos en las entregas se centran en la ralentización de la producción de los camiones por la falta de determinados componentes, como los microchips que comandan y controlan el vehículo; una falta que se debe a la bajada de la producción de estos materiales en las fábricas de los principales productores asiáticos.

Por otra parte, la parada casi total de la producción de los vehículos industriales durante la pandemia (sobre todo autocares y autobuses) ha obligado a acelerar la fabricación, aunque no se está llegando al nivel de la demanda actual.

Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, en el primer cuatrimestre de 2021 se ha incrementado en más de un 45 por ciento la venta de cabezas tractoras nuevas respecto al mismo periodo de 2020 y, lo que es más llamativo, la cifra de peticiones es un 12 por ciento superior respecto a idéntico cuatrimestre de 2019.

La falta de entregas de vehículos nuevos ha disparado el mercado de vehículos de segunda mano en España encareciéndose el valor de los camiones usados hasta un 20 por ciento, según informa Fenadismer; además, la falta de vehículos disponibles en algunos segmentos, está obligando a los transportistas españoles a adquirir los camiones en otros países de la Unión Europea. Para Fenadismer, la situación se hace más destacable cuando nos encontramos a “las puertas de una previsible crisis económica motivada por la pandemia”.