Provenientes de una situación de profunda crisis por la falta de consumo durante el confinamiento de la pandemia, el millar de empresas y transportistas autónomos dedicados al transporte de vehículos se encuentran en una situación crítica por la paralización actual de la actividad productiva de las fábricas de automoción españolas, debida a la crisis de escasez de microchips a escala mundial.

Esta falta de componentes ha llevado a los centros de producción de automóviles situados en España a aplicar medidas especiales, como la suspensión temporal de las líneas de producción y la puesta en marcha de expedientes temporales de regulación de empleo hasta que la falta de semiconductores se resuelva, lo que no se producirá previsiblemente hasta el primer semestre de 2022. Según los datos ofrecidos por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, la producción española acumulada de automóviles en lo que llevamos de 2021 habría sufrido una reducción de más de un tercio respecto a 2019.

Esta situación ha llevado a FENADISMER, junto con las restantes asociaciones que componen el Comité Nacional de Transporte por Carretera, solicitar al Gobierno la aprobación de una línea de financiación que evite la quiebra de las empresas y autónomos del sector de porta vehículos ante la imposibilidad de seguir prestando servicio en los próximos meses en las actuales condiciones, que se añade a la situación que ya sufrieron durante 2020 coincidiendo con el período del estado de alarma.

Dicha solicitud de ayudas ha contado con el apoyo de la Dirección General de Transporte Terrestre del Ministerio de Transportes y Movilidad, que la ha trasladado al Ministerio de Economía para su estudio destacando, en palabras de su director General, la relevancia del sector del transporte de porta vehículos “dada su importancia estratégica dentro de la cadena de producción de la automoción en España”

 

Fuente: Todotransporte.com